La caída de los inventarios en EEUU y la tensión política en Irán, junto a los recortes de producción de la OPEP, están disparando los precios del petróleo. Con una subida del 4% en lo que va de año, un ascenso del 55% desde los mínimos de junio del pasado ejercicio y del 150% desde los 28 dólares de 2016, el barril de Brent ya mira a los 70 dólares y sobrepasa las estimaciones más optimistas.
El petroleo acumula un rebote del 13% desde principios de diciembre, dentro de la gran subida del 60% que acumula desde que marcó mínimos de 2017 en el mes de junio, en niveles de 43 dólares. Desde entonces, pese a que el consenso de mercado anticipa un precio medio para el conjunto de 2018 de 65 dólares, el Brent no ha dejado de subir y se acerca ya a la importante resistencia técnica de los 70 dólares, donde previsiblemente puede tomarse un descanso.
En cualquier caso, el petróleo puede alcanzar niveles significativamente más altos a lo largo del próximo año, debido a la combinación de varios factores. El primero, que los recortes de la OPEP están reduciendo el nivel mundial de inventarios. En segundo lugar, el crecimiento económico sincronizado a nivel mundial. Y en tercer lugar, el interés de Arabia Saudí en mantener el precio por encima de 60 dólares para que la salida a bolsa de Aramco, su imperio petrolífero, sea un éxito.