La transición energética y la lucha contra el cambio climático son hoy en día una realidad en el mundo. Y un claro ejemplo de ello es el Acuerdo de París que firmaron en diciembre de 2015 195 países. A continuación, explicaremos brevemente cuáles son los objetivos de este acuerdo. Luego, pasaremos a hablar de la transición energética en España y de algunas claves para lograr estos propósitos.
El Acuerdo de París como punto de partida
De acuerdo a lo establecido en el Acuerdo de París, los objetivos en cuanto a mitigación del cambio climático son:
- Limitar el aumento de las temperaturas y mantenerlo muy por debajo de los 2º C respecto a niveles preindustriales. La intención, es que no supere los 1,5º C.
- Intentar que las emisiones alcancen, cuanto antes, su punto álgido y que luego empiecen a disminuir.
- Basar estas reducciones rápidas de las emisiones de CO2 en los criterios científicos disponibles.
Asimismo, se establecen objetivos de transparencia entre los países firmantes, así como de adaptación y atención de los riesgos derivados del cambio climático. En definitiva, la idea es minimizar este cambio y, respecto a lo que es irreversible, sus efectos.
Evidentemente, todo esto conlleva una serie de modificaciones que, entre otras cosas, afectan al modelo energético. Aquí es donde entra en juego la transición energética.
Las claves de la transición energética en España
Pasamos ahora a analizar la transición energética en España, y es importante señalar que queda un largo camino por recorrer. En el Índice de Desempeño frente al Cambio Climático, nuestro país ocupa el puesto 34. Si bien está haciendo actuaciones al respecto, todavía tiene un perfil más bien bajo. ¿Cuáles son las claves para afrontar esta transición?
- Contar con una legislación. Hace poco, se presentó el primer proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Su objetivo es alcanzar la neutralidad en las emisiones como mucho en 2050 y aprovechar -teniendo en cuenta la situación que ha dejado la pandemia- para reactivar la economía y generar puestos de trabajo. Esta ley es importante para generar una base sólida sobre la que trabajar.
- Hacer un cambio en los medios de transporte y aumentar la proporción de vehículos eléctricos. Aquí hay que señalar que estamos muy por debajo de otros países, como podría ser Noruega, pero es un objetivo que hay que perseguir para hacer frente a esta transición.
- Hacer un cambio en el modelo energético y eliminar obstáculos para las energías renovables: de hecho, la eliminación del impuesto al sol ya va en esta dirección. Por otro lado, hay centrales térmicas y nucleares que ya han alargado mucho su vida útil pero sostienen muchos puestos de trabajo. Lo ideal es empezar a ofrecer alternativas a estas zonas para que estas centrales puedan empezar a cerrar sin ocasionar tantos problemas.
- Reformar las infraestructuras eléctricas para hacer frente a estos objetivos.
Desde Effenmark, vemos que las energías renovables tienen un papel protagonista en el futuro y en el de la transición energética. Si quieres que te asesoremos, contacta con nosotros.